La variabilidad climática y la consecuente escasez hídrica a escala global plantean a la humanidad retos inimaginados. En el Perú, la situación es crítica, y afectará de forma inclemente, paradójicamente, a las poblaciones más vulnerables, aquellas que han criado el agua por generaciones. Las amunas, sistemas preincas conservados por comunidades en las cuencas altas, se basan en el principio de retención hídrica de la siembra y cosecha del agua, a partir del cual propician la infiltración, percolación y posterior emanación del agua en épocas de sequía, pudiéndose configurar como una oportunidad frente al problema regional y global que significa la escasez hídrica hoy.
¿Es posible que las amunas cumplan roles multipropósito y logren convertir su impacto en el paisaje en una oportunidad infraestructural? El proyecto-investigación propone, a partir de la teorización del sistema espacial de las amunas, consolidar una red de infraestructuras verde multipropósito capaz de articular y afectar sucesivamente a las microcuencas del Jocohanca, la subcuenca de San Mateo y la cuenca del Rímac, configurando sus subsistemas de caminos, hidrografía y vegetación.